
Ahí va un poema de Alberto Caeiro, uno de los heterónimos de Pessoa . Se trata de un hombre sin estudios, nacido en Lisboa, campesino y huérfano, cuya máxima era no darle demasiadas vueltas a las cosas, no pensar demasiado y existir plenamente. Su filosofía podría resumirse en "Hay suficiente metafísica en no pensar en nada".
No siempre soy igual en lo que digo y escribo.
Cambio, pero no cambio mucho.
El color de las flores no es el mismo al sol
que cuando pasa una nube
o cuando entra la noche
y las flores son color de sombra.
Mas quien mira bien ve que son las mismas flores.
Por eso cuando parezco no estar de acuerdo conmigo,
fíjense bien en mí:
si estaba vuelto a la derecha,
me he vuelto ahora ala izquierda,
pero siempre soy yo, teniéndome en los mismos pies.
El mismo siempre,gracias al cielo y a la tierra
y a mis ojos y a mis oídos atentos
y a mi clara simplicidad de alma...