miércoles, 28 de noviembre de 2007

As Pontes de García Rodríguez

De pequeño siempre me produjo curiosidad el nombre de esta pequeña ciudad gallega. As Pontes de García Rodríguez...no suena a ciudad, como tampoco suenan a ciudad Alcantarilla, El Tránsito o Pelotas. El caso es sí que es cierto que es un lugar muy pero que muy peculiar. Si vas de día, todo parece bastante normal, un pueblo con unos alrededores realmente paradísiacos, típico paisaje interior gallego, muy verde y muy hermoso. Pero el pueblo es, vamos a ver, como si dijesemos...ucraniano. La presencia ubicua y aplastante de su enorme central térmica (que por otro lado, debe de ser lo que da de comer a todos los vecinos, vamos digo yo) hace que prácticamente sea lo único con lo que te quedes de todo el pueblo. Enormes chimeneas soltando humo todo el día, dos de ellas muy gordas (esas me dijo Sir Robin que casi no contaminan, que solo sueltan vapor de agua, no sé, no sé..acojonar acojonan un rato...) y una alta y delgada, que es la chunga, la mortal, la que provoca lluvia ácida en Inglaterra, según dicen...

Una divertida mezcla de ruralismo y progreso

Si bien la visión de esta central durante el día preocupa, hace pensar en cosas como el ecologismo, el calentamiento global, el primo de Rajoy, Al Gore, Las Ballenas, etc, lo que realmente asusta es ver este pueblo de NOCHE. Cuando las tinieblas se ciernen sobre este lugar abandonado de la mano de Dios, y las luces de la Central comienzan a encenderse, su visión es lo más cercano que he visto a lo que me imagino que puede ser el Infierno Industrial de Hellraiser, Kult o la peli aquella de "La escalera de Jacob"...increíble, de verdad, algo así como la Tyrell Corporation en pleno corazón de Galicia...

El trabajo os hará libres, nos decían...

Por cierto, me han contado que en los jardines que hay alrededor de la Central existe un zoo en el que hay canguros, y más animales, para dar la sensación de que esa maquinaria de Belcebú no daña el ecosistema...