
Me levanto con una triste noticia. bueno, a estas alturas todos los que leáis esto ya lo sabréis. Ha muerto Michael Jackson de una sobredosis de medicamentos. La década de los ochenta, tan de moda de un tiempo a esta parte -cuando en los noventa estaba absolutamente vilipendiada, ya vés, cosas de las modas-, no se podría entender sin su figura y sus bailecillos. Aaaaah, Michael, cómo has podido envejecer TAN MAL...
No me explico cómo, en todo este revival ochentero, no se han escuchado más sus canciones en los medios, no se ha producido una reivindicación de su figura de un modo más rotundo. ahora será el momento, muerto el negro que se volvió blanco. Y es que todos los que hemos crecido escuchando sus canciones sabemos que no habrá otro como él, que nadie conmocionará ya la historia del videoclip como él lo ha hecho, que nadie provocará la legión de imitadores que él inspiró. (Sólo comparable a Chiquito). Recuerdo el día en el que se pasó pro primera vez el Thriller en televisión, con mi hermana, los dos pegados a la pantalla flipando con los zombies y la chupa roja de Michael, o la primera vez que vi el Smooth Criminal, el momento de la monedilla entrando en la máquina, o cuando rompe la bola de billar con la simple presión de su mano, aaaaah!, el vídeo de los niños en Bad, el morphing de las caras de Black and White, con Makaulai Kulkin Kulkin Makaulai tocando la guitarra (los niños, siempre los niños...), el juego de recreativas del Moonwalker...tantos y tantos momentos para el recuerdo...
Gracias Michael, por los momentos que has otorgado a mi infancia.
Gracias, Mamá, por no ser vecina de él cuando yo era pequeño...
El vídeo que cambió la historia...con voz de Vincent Price!
La mejor canción y el mejor vídeo...
Un crack.
Con Marcel Marceau:
Y ahora, a aprender...
Por último...un regalillo...