lunes, 11 de junio de 2007

Yira Yira....

Ché, qué tristesssssa me invade cuando escucho a Carlos Gardel (no, no es Bela Lugosi, lo juro) cantando estas tonadillas porteñas...
El tango mítico (para mí) donde los haya, "Yira yira", una de esas canciones que escuchadas en el momento adecuado pueden conducirte directamente a la vía de tren más cercana o a la armería en la que menos preguntas hagan cuando quieres comprarte una escopeta en la que tu dedo gordo del pie quepa perfecta y ergonómicamente en el gatillo. Obra de Enrique Santos Diescépolo, autor entre otras de "Malevaje" "Confesión", la obra maestra "Cambalache", y una que tiene un título muy majete: "Por qué te empeñas en amar a otro si hoy es lunes"...




Cuando la suerte qu' es grela,
fayando y fayando
te largue parao;
cuando estés bien en la vía,
sin rumbo, desesperao;
cuando no tengas ni fe,
ni yerba de ayer
secándose al sol;
cuando rajés los tamangos
buscando ese mango
que te haga morfar...
la indiferencia del mundo
-que es sordo y es mudo-
recién sentirás.

Verás que todo es mentira,
verás que nada es amor,
que al mundo nada le importa...
¡Yira!... ¡Yira!...
Aunque te quiebre la vida,
aunque te muerda un dolor,
no esperes nunca una ayuda,
ni una mano, ni un favor.

Cuando estén secas las pilas
de todos los timbres
que vos apretás,
buscando un pecho fraterno
para morir abrazao...
Cuando te dejen tirao
después de cinchar
lo mismo que a mí.
Cuando manyés que a tu lado
se prueban la ropa
que vas a dejar...
Te acordarás de este otario
que un día, cansado,
¡se puso a ladrar!

Para terminar, un vídeo con imágenes del multitudinario entierro del cantante que, empezando una tradición que después seguirían otros músicos como los Lynyrd Skynyrd, acabó sus días entre los hierros de un avión. Qué épica suena la voz del comentarista, que nos imaginamos sería una especie de Matías Prats argentino...
("la caxe estaba triste como cuando un niño encuentra a un pajarito muerto...)