Buenos días a todos y a todas, después de unos meses de intensa labor para levantar este país a base de teatrillo, por fin comienzo hoy mi merecido descanso, mis vacaciones estivales, mi reposo del guerrero, mis días de no hacer nada más que mirarme las pelotillas ombligueras y rascarme la sobaquera con ánimo pero sin moverme mucho no vaya a ser que me canse. Desde aquí mando mucho ánimo para todos aquellos que comienzan hoy de nuevo el trabajo (juas), o para aquellos que todavía no han podido pillarlas (juas juas). El caso, que viendo la cantidad de comentarios del anterior post, he hecho un examen de conciencia (que he suspendido), y sí, me fustigo y me flagelo por haber tardado tanto en volver a publicar. Espero que a partir de ahora vuelva a cogerle carrerilla a ésto de la escritura, que tengo un poco olvidada.
Como primer post de esta nueva hornada (sí, sir Robin, a partir de ahora empezaré de nuevo, pero haciendolo todo perfecto), un par de cortes de radio, y no es por ser vago, sino porque uno de ellos (el primero) se convirtió en la Banda Sonora del viaje a Almagro. Se trata de un extracto de una declaración judicial en la cual un hombre y una mujer hablan de un tiparraco que según parece, se ha cargado a otro de un machetazo. La historia es dantesca de cojones, pero la forma en la que la relatan es digna de un estudio lingüístico...oigan, oigan...
!Canta claro!!!!!!!!!
El segundo de los cortes es un ejemplo caro de lo que puede ser un ataque de ira primigenio, una muestra de la cantidad de maldiciones que se pueden decir en un minuto, el enfado primigenio, el cabreo del mundo de las ideas platónicas...
Me cagho ata nas estrellas...